La personalidad: un plus en el diseño gráfico
En la era de los influencers, el ser único parece que se ha convertido en un valor en alza. Buscamos la originalidad y la excepcionalidad a cada paso.
Internet está lleno de cientos de miles de recursos, diseños o fotografías, que buscan trasladar un mensaje, pero también una emoción o un sentimiento que vaya más allá de la pantalla.
Como diseñador gráfico, ya sabes que la capacidad de crear es ilimitada; pero, en muchas ocasiones, es difícil encontrar un punto de conexión con tu público en el puedas desarrollar una idea que funcione siendo tú mismo al cien por cien.
He aquí la importancia de la personalidad. Y es que aunque parezca algo obvio, es la influencia de tu propia personalidad lo que hace de tu obra una pieza única.
Es por eso que, aunque dos artistas trabajen sobre una misma idea o concepto, nunca crearán dos diseños iguales, ya que cada uno de ellos dejará en él un reflejo de sus pensamientos, sus sentimientos o incluso de su estado de ánimo.
En definitiva, un poco de su ser irá intrínseco en su obra.
La personalidad de Picasso o Van Gogh en sus obras
La influencia de la personalidad en el arte no es nada nuevo. Los más grandes artistas de la historia han dejado como legado, además de su obra, un reflejo de su personalidad que se deja entrever en cada una de ellas, y que, al mismo tiempo, nos ayuda a entender cómo se crearon y qué emociones buscaban transmitir al público.
Del universal Picasso se dice que tenía una personalidad brillante pero complicada. Su obra ha cautivado a todo el mundo siendo un reflejo de su carácter excéntrico, que nunca buscó complacer sino dar rienda suelta a un talento sin igual.
Van Gogh, uno de los pintores más famosos y reconocidos a nivel mundial, fue también un niño solitario que, a lo largo de su vida, fue desarrollando un carácter muy difícil y una personalidad cambiante e inestable, que impregnaba todas y cada una de sus obras.
Así que, si los más grandes referentes artísticos de nuestro tiempo han podido triunfar volcando parte de su personalidad — a pesar de ser algo oscura — en sus trabajos artísticos, ¿por qué tú no?
El rol de la personalidad en el diseño gráfico
Como en cualquier disciplina artística, en el diseño gráfico se busca conectar con el público y emocionar al espectador, algo que fluye de manera mucho más natural cuando el diseñador es capaz añadir un toque personal a su obra.
Esto es mucho más valioso de lo que pueda parecer, ya que las conexiones emocionales son memorables para el público y, por tanto, un plus a favor de que tu trabajo sea reconocido y valorado.
La forma en la que el diseñador trata los personajes, los objetos o los colores en su obra, reflejan parte de su personalidad, haciendo que la forma en que se conecta con el espectador sea mucho más auténtica y, con toda probabilidad, más duradera en el tiempo, creando un vínculo a largo plazo.
Tu singularidad y tu personalidad te ayudarán también a diferenciarte de la competencia, con diseños únicos y originales. Porque como ya te contamos no puede haber mejor consejo para un diseñador que seas ¡auténticamente tú!.
Por último, las personalidades son diversas, no hay buenas o malas. Así que, como lo hicieron Van Gogh o Picasso, explora dentro de ti y saca partido a tu talento para crear diseños impactantes.
Sea como sea ese diseño, siempre habrá una parte de ti en él.